Siendo aún niña, no creía en ninguna verdad
Hoy asevero que realmente no existe.
Y eso me tranquiliza, me da la pauta de no estar perdida
No deseo saber, deseo vivir para existir.
Dejaron de preocuparme las consecuencias,
Siempre que actué
acorde a mis convicciones,
Luego abra que hacerse cargo, no tomarlo más que como un
suceso
Inevitable.
De todos modos, las diferentes verdades de los demás constituyen
El intercambio, de cómo ver la vida y eso está muy bueno,
Me conecta desde las diferentes realidades que constituyen
experiencias
Ajenas, buenas o malas experiencias en fin, que nos
relacionan como humanos
Incluso más, nos hablan como niños.
La equivocación y el perdón van de la mano, de quien necesita
una esperanza
Para volver a empezar y se siente en tinieblas.
Cuanto más severos han sido los que nos han criado, más difícil
será salir del prejuicio
De que el amor se piensa y se siente, que está en uno y en
otro.
El amor anda por ahí y cada cual baila con el cuándo le place
y lo personifica con
quien le haga bien y punto .
Eso me tranquiliza,
me da la pauta de no estar perdida.
No deseo saber, deseo vivir para existir.